Es en estas escarpadas laderas de suelo de pizarra de la región demarcada más antigua del mundo donde descansan en paz las cepas septuagenarias que dan vida al Ládano.

Sentado sobre los hombros del Douro se encuentra el pueblo de Freixo de Espada-à-Cinta, orgulloso propietario de una historia única y los paisajes más apasionantes que puede ofrecer el norte de Portugal. El pueblo más manuelino de Portugal combina tradiciones centenarias con un legado envidiable de producción de vino. Su gente, entregada y acogedora, es como el vino que crece en estos cerros, bañada por el despiadado sol de verano y teñida por el duro frío de los inviernos más hostiles de Trás-os-Montes.

Estos vinos proceden de un proceso de poca intervención y fermentación espontánea que permite la mejor expresión de su terroir y ofrece una experiencia armónica y envolvente.

Daniel Costa es un joven enólogo y productor perteneciente a la cuarta generación de una familia vitivinícola de la región del Douro. Con una dilatada experiencia en la creación de vinos de calidad para diferentes productores de esta región, Daniel tiene un proyecto personal en Ládano al que dedica toda su pasión y conocimiento.