Es en uno de los puntos más septentrionales de Portugal, en Minho, en el corazón de la tierra de Vinho Verde, donde comienza la historia del productor de vino Quinta do Regueiro en 1988.

Cuando hablamos de Quinta do Regueiro estamos hablando de un proyecto familiar en el que la proximidad de la naturaleza, la frescura y el equilibrio del vecino Rio Miño, la autenticidad de la sabiduría de las generaciones mayores y la dedicación diaria a una vieja pasión, se combinan con innovación y calidad, en una diferenciación que ha sido su fórmula de éxito.

Descubrir los Alvarinhos en la región de Monção y Melgaço no es solo descubrir un vino, sino todo un territorio. Los vinos da variedad Alvarinho elaborados por Quinta do Regueiro se distinguen por su singularidad y características únicas. Fruto de un terroir único, que les confiere unas propiedades raras en cuanto a mineralidad, los viñedos de altura, plantadas en suelos graníticos, dan como resultado vinos de fuerte acidez y una inusual longevidad en botella. Cada año se almacenan alrededor de 1500 litros de vino y se envejecen de 8 a 10 años, siguiendo el principio de la entrega del tiempo, que el productor cree -y ya ha demostrado- es el secreto para hacer buenos vinos, vinos gigantes.